jueves, 15 de noviembre de 2007

Esta vez me toco a mi

Resulta que cuando llegue no había nadie.Solo desalojo de enseres y almas,solo el manto espeso e incomodo del silencio.Quizá no fuera el trasiego de mis recelos el siseo escuchado así que azuce mis sentidos y los puse alerta.La cadencia de mis pasos,lentos casi muertos,marcaba un conato de melodía punteada por el latido de mi corazón.Un olor familiar,aunque difícil de reconocer en ese momento,tocaba a las puertas de mi olfato y la oscura presencia de una amenaza tampoco ayudaba al análisis certero.Decidí que era el momento de tomar medidas,la pistola que me proporcionara la FILIAL seria buen aliado.Seis balas en su tambor para proteger mi pellejo.
Busque una ventana ante la nulidad de la corriente eléctrica,busque tanteando a la vez que tropezaba con trastos que no reconocía.La publicidad exterior ,luminosa en la noche hasta el escandalo,se abrió paso por el agujero cuando conseguí mi propósito y tinto de verde corteingles una estancia sin obstáculos a los que agarrarme:cuatro muebles tapados con sabanas sucias y paredes grises que agradecían al luz ajena.
Seguía oyendo un siseo y seguía oliendo mal:aceite,creí por fin haber dado con el olor:aceite de bar.
En la calle la estridencia de una mierda de moto taladraba la calma.
Mi contacto me aseguro que esta era la guarida de un peligroso traficante de armas,alguien de mucho peso en ese mercadeo mortal.
Note el sudor empuñando la pistola y un terror irracional a no saber que hacer con ella si se presentaba la ocasión.Hasta entonces yo era un tipo vulgar enredado en una historia en la que naufragaba mi experiencia.!Con lo tranquilo que estaba yo en mi anterior trabajo¡...del cual me reservo dar detalles para preservar mi integridad física.
Mis tripas se presentaron,de improviso y sin invitacion,al agape de sensaciones dificilmente controlables por mi torpe espiritu.Una molesta hinchazon queriendo explotar y una fanfarria de sonidos reverberando en el oscuro silencio del apartamento .Y la puta moto chirriando en la calle.Le hubiera pegado un tiro de haber podido,!que iluso¡,mi pericia en el tiro es la misma que tiene un manco tocando una acordeon.
Mi atencion se detuvo,de golpe y sin excusa,en una de las dos puertas que,contiguas y apenas separadas por seis centimetros,permanecian cerradas.La presion apretaba mi agobiado craneo y solo atendia al impulso de abrirla.
Lo hice y el olor me escupio en la cara:una montaña de churros,la luz verde del rotulo del corte ingles vino en mi auxilio desde la ventana indiscreta,y entre ellos un cuerpo de hombre,gordo y arido,comido por gusanos que siseaban y comian,siseaban y acababan con lo que antes fue una persona.
Busque la ventana y saque la cabeza ,necesitaba aire.Mire hacia abajo intuyendo testigos no deseados y vi la puta moto.Se iba en ese momento,dejando tras ella silencio y un rastro amarillo debajo del casco."Una mujer",pense.Y no se porque.