viernes, 4 de mayo de 2007

Elena,camina o revienta.

Cerro la puerta tras ella con la decisión de no volver nunca mas a pisar esos suelos.No tenia intención de continuar con ese trabajo.Le había llegado el momento,la luz,el descubrimiento de su misión en la vida.Quería disponer de ella según sus nuevos intereses.Aquella vieja idea de poner una mercería o,en su defecto,una huevería- pollería le resultaba ahora una solemne chorrada.Mentalmente cambiaba la falda de cuadros por la lencería fina,la centralita de su gris ocupación por sus armas de mujer,sabedora del potencial que habia ignorado hasta entonces,conocedora de un nuevo juego que siempre estuvo ahi,frente a ella,desplegando posibilidades como cola de pavo real.
No tenia demasiado claro por donde proseguir el nuevo camino pero si sabia que el viaje empezaba,que ya estaba en movimiento y que debía aligerar su mochila.Cuatro cositas :un teléfono nuevo que la ocultara tras un ignorado numero,una peluca y un adiós,después de todo no la había tratado mal,le habia dado todo el cariño que era capaz de dar y la animo a mantener relaciones con otros hombres.Demasiado para lo que ella esperaba ahora de ninguno.
El aire la despeinaba sin oposicion y ella se dejaba hacer.La ciudad brillaba con sus farolas por lágrimas y la fiesta de los semáforos daba vida a sus ojos.Un chico la desnudaba con la mirada mientras una moto paraba a su lado.El piloto,embutido en un mono negro,como el casco que portaba y el que le ofrecía,la invito a subir.Ella acepto.Se agarro a la persona como si viajara hacia el infierno y,sin haberlo pretendido,se descubrió apretando unos pechos femeninos.

martes, 1 de mayo de 2007

Blancos o morenos

El interior del local estaba en penumbra.Luces puntuales,halógenas y certeras sobre las bebidas de la barra y una voz femenina que acariciaba el sonido de saxofón.Flotaba,languido,el humo de tabaco de algunos clientes.Olia a perfume barato,a decadencia y a soledad.Sin que nadie lo oyera el ronquido del fracaso se percibía como el mal olor.Molestaba.
De fondo se oia un lance amoroso disputado en uno de los reservados que la sala ofrecía a sus clientes.Quizá una transacción económica o,¿quien sabe?,una primera cita que transcurría exitosa.
Lucas,este también es un nombre falso,bebía una Mirinda de fresa al final de la barra.En su mano jugueteaba,alegre,una moneda y su mirada se perdía en el escote de la camarera.Empezaba a hacerse tarde y la persona con la que estaba citado no aparecía.Las posibilidades de que le hubiera tocado la lotería primitiva y estuviera de viaje camino a algún paraíso fiscal eran mínimas pero,bueno,cosas mas raras suceden.
Una chica entro al local,se rodeo de la penumbra reinante mientras se acercaba al final de la barra.Era alta,pelo negro y ojos verdes,edad indeterminada entre los 28 y los 29 años,imposible precisar.Un tipejo hundido en un sillón del fondo se la quedo mirando con ojos de lujuria,el vaso se le resbalo de las manos ,efecto de la sorpresa y del melocotón que llevaba criando un rato.
La morena se sentó junto a Lucas.
-Creía que no venias.-le dijo después de darle la mano.
-¿No crees que esto suena a novela barata de detectives?.-le devolvio ella.
-Quizá,pero es la verdad.
-Bueno,ya estoy aquí.Cuentame cosas.-le dijo la mujer y le hizo una seña a la camarera para que la atendiera.
-Veras,Manolo,necesito de tu consejo.Estoy planteando adquirir unas gallinas ponedoras...
La chica se sobresalto.Obviamente hablaban en clave pero ella era consciente de la gravedad de lo dicho.
-Ellos,¿lo saben?
-No,de momento solo he hablado con el que vende los piensos en la carretera,no me he atrevido a dar ningún paso mas.
Lucas estaba nervioso.Sabia de la trascendencia de lo que iba a hacer.Su vida corría un grave peligro.
Ella mantenía el rictus marcial.
-Solo te voy a hacer una pregunta y quiero que seas sincero.
-Sabes que siempre lo soy.-le dijo Lucas mientras la moneda se detenía en su mano.
-Los huevos,¿blancos o morenos?
La tensión aumentaba vertiginosamente.Un par de segundos de silencio que se hicieron eternos y una respuesta coincidiendo con el final de la canción.
-Morenos.
En ese momento ella supo que la cosa iba a complicarse.